16 de septiembre de 2013

El Indio Solari hizo vibrar a 100 mil almas en Mendoza

El día empezó bien temprano, con miles de chicos desfilando rumbo a San Martín y dándole a Mendoza un colorido al que cada vez nos vamos acostumbrando (y que nos va gustando) más. Así, el departamento del Este cambió de fisonomía y de la tranquilidad habitual de un sábado pasó a la fiebre por estar dentro del autódromo departamental.

Con las rutas 7 y 60 a pleno, el desfile incesante de vehículos le dio un particular estilo a la tarde y ya entrada la noche la fiebre ricotera se empezó a sentir a pleno.

No menos de tres kilómetros caminando para llegar al parque Agnesi desde cualquier dirección y desde ahí dos kilómetros más para entrar al predio. Una vez adentro, había que ubicar el escenario e ir hacia ese lado. Y es ahí donde ocurrió la primera gran sorpresa de la noche porque era tanta la cantidad de gente que fue imposible estar cerca del espacio reservado para el cantante. La sensación era como de estar en medio de un mar… de gente. Miraras donde miraras veías gente.

A las 21.50 se apagaron las luces del predio y como si hubiese sido un efecto especial preparado, la lluvia fina y persistente empezó a caer sobre la muchedumbre. Y ya nada fue igual.

Con “Luzbelito” arrancó la noche que se extendería por dos horas y cuarto y desde ese entonces, la liturgia ricotera se vivió a full.

“Ceremonia en la tormenta”, “Todo preso es político”, “La hija del fletero”, “El tesoro de los inocentes”, “El arte del buen comer”, “Vuelo a Sidney”, “Las increíbles andanzas del capitán Buscapina en CyberSiberia”, “Gualicho”, “Yo caníbal”, “La murga de la Virgencita”, “Vino Mariani”, “Pabellón Séptimo”, “To beef or not to beef!”, “Un ángel para tu soledad”, “Rock para el negro Atila”, “Divina TV Fuhrer”, “A los botes”, Mariposa Pontiac/Rock del país”, “El pibe de los astilleros”, “Juguetes perdidos”, “Flight 956” y “Ji ji ji” pasaron por la noche desatando bailes populares, coros multitudinarios y llantos por doquier.

El show que ofreció el Indio Solari fue bastante sobrio tanto desde lo musical como de la puesta en escena. No hay grandes destellos, no hay canciones nuevas, se podría decir que más bien todo está anclado en lo que fue y por momentos sonó bastante mal por el viento y por las enormes dimensiones del lugar elegido. Obviamente, por ser el Indio la gente lo banca. Así también, las pantallas de leds fueron demasiadas chicas como para seguir todas las alternativas por ese medio.

Pero nada de eso importó. Bastaba escuchar los primeros acordes de un tema como para que todos lo corearan y todo fuese felicidad.

Fueron dos horas y cuatro de canciones y lluvia y con un final que entrara a la historia porque efectivamente en San Martín (Mendoza) se llevó a cabo el pogo más grande el universo.

Desde afuera, innumerables banderas adornaban el campo con frases como "Militancia Ricotera", "Preso de mi ilusión" o "El único héroe en este lío", como grandes consignas.

Luego de un par de años de silencio, tras la disolución de Los Redondos, el Indio le dio forma a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, su banda integrada por Gaspar Benegas y Baltasar Comotto en guitarras, Marcelo Torres en bajo, Hernán Arramberri en batería, Alejo von der Pahlen y Sergio Colombo en saxo, Ervin Stutz y Miguel Ángel Tallarita en trompeta y trombón y Pablo Sbaraglia en teclados.

Su primer trabajo solista grabado en su casa de Parque Leloir fue "El tesoro de los inocentes" que fue lanzado en 2004; al que le siguieron "Porco Rex" en 2007 y "El perfume de la tempestad" en 2010.

En 2011 Solari realizó tres recitales en el marco de la presentación de su último disco que fueron el 26 de marzo en el Estadio Padre Ernesto Martearena de Salta, el 3 de septiembre en el Autódromo Eusebio Marcilla de Junín y el 3 de diciembre en el Hipódromo de Tandil.


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