8 de abril de 2014

Descubren restos arqueológicos de la primera capilla dedicada a la Virgen de Luján

En dicho lugar, se pudo establecer además de la planta del templo, el sitio donde estaría enterrado el Negro Manuel y el centro dónde se fundó la ciudad. Si bien esta información data de un tiempo atrás siempre es bueno recordarla sobre todo para los devotos de la Virgencita de Luján. Una vieja deuda mantenía en vilo a los historiadores y otros cientistas sociales de la ciudad de Luján: determinar con exactitud el lugar donde se levantó la primera capilla consagrada a Nuestra Señora de Luján y, por consiguiente, el centro fundacional de dicha ciudad.
Es que desde la apertura de los cimientos de la casa del Dr. Fernández – propietario del terreno hacia los años 1882-, se sabía que en San Martín al 100 se encontraban los restos que podían pertenecer al templo del que fue su sacristán el Negrito Manuel, el mítico esclavo que cuidara desde 1630 hasta su muerte en 1686 a la imagen de barro de la Inmaculada Concepción.
La existencia del templo -también conocido como “de Montalbo”, por el apellido de su primer capellán- es recordada con una placa de bronce colocada en la vereda de San Martín al 100. Tras la demolición de la vieja casa de Fernández, a principio de los ’80, se realizaron diversos sondeos arqueológicos que no dieron con los resultados esperados.un grupo de investigadores a cargo de los historiadores Jesús Binetti y Federico Suarez, ambos ligados a la Universidad de Luján y al Instituto Mignone, volvieron al terreno que actualmente es propiedad de la familia Rossi Montero para retormas la búsqueda. Luego de algunos meses de labor, dieron por fin con los restos constructivos de lo que fue la antigua capilla, cuya edificación comenzaba en 1677. Tras cuatro meses de trabajo, el equipo logró hallar un tramo de cimiento de unos tres metros de largo. Por la tipología de los ladrillos utilizados, el nivel y la orientación, pudieron fortalecer la hipótesis que esos vestigios pertenecen a la vieja iglesia del Negrito Manuel y el Padre Montalbo. El posterior hallazgo de los restos de una factible tahona, situada a unos cinco metros, sugirió la posibilidad de que esos cimientos fuesen del muro final del templo.A mediados del siglo XVIII este punto central fue usado en las mensuras que se practicaron para deslindar el terreno radial perteneciente a la parroquia, de las fincas vecinas. Además, al haberse establecido con exactitud su ubicación, ahora es pasible de señalizar y, eventualmente, de erigir en el lugar algún tipo de estructura que simbolice el hecho. Quizás sea oportuno repasar los años finales del santuario. Se cerró a pedido del cura rector Miguel de Leiva en 1740 por el riesgo de desmoronamiento. La iglesia parroquial pasó a funcionar en una construcción provisoria situada en un espacio cercano a la presente santería de la Basílica. Del viejo templo sólo quedaron los cimientos. El resto se demolió, usándose los escombros para rellenar y consolidar el paso del río, ubicado unos metros. Fuente: www.giepra.com.ar

Comentarios »
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!
Escribir un comentario »