12 de julio de 2019

HOY CUMPLIRIA 96 AÑOS EL DR RENE FAVALORO

Rene Favaloro nació en 1923 en una casa humilde de La Plata.Cursó la primaria en una modesta escuela de su barrio, donde, con pocos recursos, se fomentaba el aprendizaje a través de la participación, el deber y la disciplina. Después de la escuela, pasaba las tardes en el taller de carpintería de su padre ebanista, quien le enseñó los secretos del oficio. En los veranos se transformaba en un obrero más. Gracias a sus padres -su madre era una habilidosa modista- aprendió a valorar el trabajo y el esfuerzo.

Su abuela materna le transmitió su amor por la tierra
En 1936, después de un riguroso examen, Favaloro entró al Colegio Nacional de La Plata. Alli, le infundieron principios sólidos de profunda base humanística. Más allá de los conocimientos que adquirió, incorporó y afianzó ideales como libertad, justicia, ética, respeto, búsqueda de la verdad y participación social, que había que alcanzar con pasión, esfuerzo y sacrificio.

Al finalizar la escuela secundaria ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las concurrencias al Hospital Policlínico. Nunca se limitaba a cumplir con lo requerido por el programa, ya que, por las tardes, volvía para ver la evolución de los pacientes y conversar con ellos.

El hecho fundamental de su preparación profesional fue el PRACTICANDO (lo que hoy es una residencia), lo hizo en el Hospital Policlínico Como no quería desaprovechar la experiencia, con frecuencia permanecía en actividad durante 48 o 72 horas seguidas.

Un dia le llego una carta de un tío de Jacinto Aráuz, un pequeño pueblo de 3.500 habitantes en la zona desértica de La Pampa. Explicaba que el único médico que atendía la población, el doctor Dardo Rachou Vega, estaba enfermo y necesitaba viajar a Buenos Aires para su tratamiento. Le pedía a su sobrino René que lo reemplazara aunque más no fuera por dos o tres meses.

La decisión no fue fácil. Pero al final Favaloro llegó a la conclusión de que unos pocos meses transcurren rápidamente.
Llegó a Jacinto Aráuz en mayo de 1950 y rápidamente trabó amistad con el doctor Rachou. Su enfermedad resultó ser un cáncer de pulmón. Falleció unos meses más tarde. Para ese entonces Favaloro ya se había compenetrado con las alegrías y sufrimientos de esa región apartada, donde la mayoría se dedicaba a las tareas rurales.

La vida de los pobladores era muy dura. Los caminos eran intransitables los días de lluvia; el calor, el viento y la arenisca eran insoportables en verano y el frío de las noches de invierno no perdonaba ni al cuerpo más resistente. Favaloro comenzó a interesarse por cada uno de sus pacientes, en los que procuraba ver su alma.
Al poco tiempo se sumó a la clínica su hermano, Juan José, médico también. Durante los años que ambos permanecieron en Jacinto Aráuz crearon un centro asistencial y elevaron el nivel social y educacional de la región.

En uno de sus viajes a La Plata le manifestó algunos deseos de investigación y superación al Profesor Mainetti, quien le aconsejó que el lugar indicado era la Cleveland Clinic. En Estados Unidos
Lo asaltaban miles de interrogantes, entre ellos el de abandonar doce años de medicina rural que tantas satisfacciones le habían dado. Pero pensó que u nueva capacitación en Estados Unidos contribución a la comunidad podría ser aun mayor.

Con pocos recursos y un inglés incipiente, se decidió a viajar a Cleveland. Otra vez, el breve tiempo que pensaba permanecer allí terminó siendo una década.
Al principio la mayor parte de su trabajo se relacionaba con la enfermedad valvular y congénita. Pero su búsqueda del saber lo llevó por otros caminos.
A comienzos de 1967, Favaloro comenzó a pensar en la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. Llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada del bypass. Hoy en día se realizan entre 600.000 y 700.000 cirugías de ese tipo por año solamente en los Estados Unidos. Favaloro decía que su contribución no era personal sino el resultado de un equipo de trabajo que tenía como primer objetivo el bienestar del paciente. El profundo amor por su patria hizo que Favaloro decidiera regresar a la Argentina en 1971,y creó la Fundación Favaloro en 1975 junto con otros colaboradores y afianzó la labor que venía desarrollando desde su regreso al país.
En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica -al que financió con dinero propio durante un largo período. En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro.
Favaloro fue miembro activo de 26 sociedades
Recibió innumerables distinciones internacionales. El 29 de julio del año 2000 ―el mismo día del cumpleaños de su amigo y cardiólogo Luis de la Fuente quien lo había convencido de volver a la Argentina―, Favaloro se encerró en el baño de su casa y se disparó un tiro en el corazón.

Tras el desenlace fatal, se conoció que Favaloro había dejado en su departamento siete cartas cuyo contenido se reveló parcialmente. En una de ellas, dirigida a las «autoridades competentes», dejaba en claro que había decidido quitarse la vida, y explicaba que la crisis económica que atravesaba la Fundación Favaloro había sido el desencadenante de su determinación,


Su última voluntad fue que sus restos sean cremados y esparcidos en los campos de Jacinto Araoz y así se hizo. Reseña abreviada de la detallada en la pagina de la Fundaciòn Favaloro


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