Jugaron el día después del triunfo que revolucionó la historia del básquetbol, la victoria de la Selección Nacional ante el Dream Team en el Mundial de Indianápolis 2002, y Argentina ganó. Jugaron la semifinal del Preolímpico de Las Vegas 2007, Argentina ganó y logró el pasaporte a Beijing 2008. Jugaron por los octavos de final del Mundial de Turquía 2010 y Argentina ganó con 37 puntos de Luis Scola. Jugaron la final del Preolímpico de Mar del Plata 2011 y Argentina ganó. Jugaron por los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Argentina ganó.

Algún día tendrá que ganar Brasil. Una generación talentosa pero frustrada por no obtener un logro importante necesita derrotar hoy a la Argentina en los octavos de final del Mundial. Llega mejor parado luego del segundo puesto en el Grupo A, tiene equipo completo y el plantel se conoce hace tiempo. Y tiene como técnico al cordobés Rubén Magnano, nada menos.

El duelo sudamericano de hoy a las 22 de Madrid, las 17 de la Argentina, tiene condimentos por donde se lo analice. A todo o nada.

“No estamos lejos ni imposibilitados de dar un paso adelante”, avisa Julio Lamas. “Debemos ser intensos, es una final y hay que jugarla como tal”, dice Facundo Campazzo. “Habrá que competir 40 minutos poniendo el corazón y la cabeza. Nadie puede reservarse nada”, cierra Pablo Prigioni.

¿Temor por el juego interno de Brasil? Seguro. ¿Respeto por los experimentados de la Argentina? Seguro. ¿Ganas de que arranque ya? Seguro. www.clarin.com