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31 de marzo de 2015

La identificación de las víctimas podría demorarse hasta cuatro meses

Los investigadores franceses ya manejan el ADN de 78 individuos diferentes del avión siniestrado en los Alpes. Se trata de más de la mitad de los 150 ocupantes de la nave, pero las labores de identificación se alargarán durante unos cuatro meses.
La baja médica de Andreas Lubitz era por tratamiento psiquiátrico

La identificación completa de los restos mortales del Airbus A320 que se estrelló en los Alpes el pasado martes se demorará entre dos y cuatro meses, antes de lo cual no se difundirán sus resultados a los familiares. "No se comunicará ninguna identidad hasta que se tenga el resultado de todos los análisis, y eso tardará entre dos y cuatro meses", dijo a un grupo de medios internacionales, entre ellos Efe, el coronel François Daoust, director del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería francesa (IRCGN).

Daoust, cuyo centro a las afueras de París analiza las muestras recogidas sobre el terreno y las compara con los datos facilitados por las familias, subrayó que los expertos no pueden garantizar que se vaya a poder identificar a las 150 víctimas.

La primera operación de recuperación de restos humanos en la zona donde cayó el aparato, en los Alpes franceses, terminará a finales de esta semana, agregó el jefe investigador. Las dos semanas siguientes se dedicarán a la recogida de trozos de fuselaje, y las dos posteriores se destinarán a rastrear de nuevo el lugar, de unas 2,5 hectáreas de extensión, para localizar nuevos restos humanos que pudieran haber quedado ocultos bajo ese material.

Las muestras humanas permanecen en el laboratorio montado sobre el terreno en la localidad de Seyne-les-Alpes, que envía al IRCGN solamente un pequeño extracto del que pueda sacarse el ADN correspondiente. Cuando los expertos del instituto disponen del resultado se lo comunican a sus compañeros sobre el terreno, para que procedan a juntar en un mismo saco mortuorio los restos correspondientes a esa información.

Hasta el momento, han podido analizar un total de 400 muestras, con las que se han aislado 78 ADN distintos, precisó el coronel, quien subrayó que la identificación completa de cada víctima requiere de la comparación de esos datos con los ofrecidos por los familiares. Ese último proceso, indicó, es largo y difícil, porque debe juntar datos médicos y dentales de la víctima, la descripción que ofrezca la familia con particularidades como tatuajes o cicatrices, y el perfil de ADN de familiares directos, como padres o hijos.

Los investigadores disponen hasta la fecha de una treintena de archivos "ante mortem" completos, y de otros 30 a los que todavía les faltan algunos de esos puntos, sostuvo Daoust, quien destacó que "el tiempo mediático no es igual que el científico", por lo que se debe trabajar correctamente y no "ceder a la urgencia".

La decisión de no transmitir de forma parcial los resultados responde a la voluntad de no añadir mayor presión psicológica a los familiares de las víctimas, de 19 nacionalidades, en su mayor parte alemanes y españoles. Especialistas de cada uno de esos dos últimos países integran también la comisión de expertos francesa, a los que se suman representantes de Interpol.

En total, en las labores de recogida y análisis de la información anterior y posterior a la muerte, según Daoust, trabajan 79 personas, sin contar a los miembros de la Gendarmería y de los equipos que garantizan la seguridad del lugar del siniestro.

Una vía terrestre
Mientras, lLa vía que conduce hasta la montaña donde se estrelló el A320 ya no es, desde este lunes, únicamente aérea, porque los investigadores han abierto un camino terrestre para poder llegar a los restos.

Obligados por las malas condiciones climatológicas con las que amaneció el día, que dificultaban el vuelo de los helicópteros utilizados hasta ahora de forma exclusiva, los gendarmes franceses aceleraron el uso del camino que conduce hasta el macizo de los "Trois Évêches". Llevaban días trabajando con excavadoras y material pesado para allanar y ensanchar un sendero que conduce desde la aldea de Le Vernet hasta el lugar del siniestro.

No esperaba tener listo el camino hasta dentro de unos días, pero el cielo amaneció cubierto, con lluvia y un fuerte viento en la cima, condiciones que dificultan el vuelo de los helicópteros. Por eso, optaron por estrenar la vía terrestre para llevar a los investigadores. La senda todavía no está terminada por completo, por lo que los vehículos todoterreno de la Gendarmería se paran a 45 minutos del lugar del accidente, trecho que hay que hacer a pie.

El camino terrestre irá agrandándose a medida que pasen los días y muy pronto será el prioritario, indicaron fuentes de la Gendarmería, que afirman que servirá para bajar las partes más grandes del fuselaje que resistieron al duro choque del avión. Pero el objetivo prioritario de los investigadores sigue siendo encontrar la segunda caja negra, indicaron los gendarmes, que han recibido esta orden de la Fiscalía de Marsella, donde se encauza la investigación judicial del siniestro.

La estela levantada en un descampado en las afueras de Le Vernet se ha convertido en el punto simbólico de memoria del accidente, a la espera de que se termine la ruta de acceso a la montaña y que los investigadores acaben sus labores. Entonces, está previsto que el lugar donde se estrelló el avión sea accesible a los familiares de los fallecidos e incluso que se instale allí un monumento en su memoria.

Los primeros elementos de la investigación apuntan a que el A320 chocó contra los Alpes franceses después de que el copiloto, un alemán de 27 años identificado como Andreas Lubitz, aprovechara la ausencia del comandante de la cabina para iniciar de forma supuestamente deliberada el descenso del aparato. Será el fiscal del caso, Brice Robin, quien determine cuándo se cierra la investigación, que por el momento ha hallado la primera caja negra, que graba las conversaciones entre los pilotos, y confía en encontrar la segunda, con los parámetros técnicos, para poder esclarecer mejor los hechos. Fuente EFE / EL IMPARCIAL - España