El proyecto original, presentado por el Senador Pereyra, de Neuquén, y registrado bajo el expediente 1239/15 establecía en su artículo 1° la inclusión de la Provincia de La Pampa, (junto con Río Negro, Neuquén, Chubut, Tierra Del Fuego, Antártida e Islas Del Atlántico Sur, y Santa Cruz) dentro del área de influencia que pasaría a beneficiarse con un 50% de descuento sobre el precio que tienen los combustibles líquidos en la Capital Federal. 

El posterior dictamen del proyecto excluyó a la Provincia de La Pampa, circunscribiéndose solo a incorporar a la localidad de La Adela, y el Partido de Carmen de Patagones de la Provincia de Buenos Aires.   

“La Pampa pertenece a la Patagonia, así lo establecen tanto la Ley 23.272, como el Tratado Fundacional de la Región Patagónica. Pero en Buenos Aires parece que tiene una mirada distinta, quieren excluirnos de todos los beneficios, beneficios entre comillas, que nos corresponden por pertenecer a una zona desventajosa. Ya pasó en 2014 cuando intentaron quitarle a los pampeanos los subsidios al gas. Junto al Senador Verna iniciamos un firme reclamo y dicho error fue corregido. Pero hoy, una vez más, nos enfrentamos a una situación similar: quisieron borrar a La Pampa de la Patagonia, dejarnos de lado quitándonos el beneficio para los combustibles. Una vez más, logramos frenarlos. Ante estas situaciones no hay banderías políticas, lo primero es La Pampa”.

Asimismo, Marino recordó que ya en 2010 había presentado un proyecto de su autoría en este sentido, donde se plateaba una situación de inequidad impositiva en relación al precio de los combustibles en nuestra provincia: “ratifico mi convicción, debe volverse a la redacción original del proyecto que estamos tratando y la Provincia de La Pampa no debe ser excluida”. 

No obstante, el Senador Marino, al tomar la palabra en el recinto, hizo referencia a inequidades que aún persisten al comparar legislación provincial y del resto de las provincias dentro de la región. 

Marino explicó: “En relación a las garrafas, por ejemplo, se mantienen algunas injusticias: la Resolución 49/2015 nos dice que La Pampa no es parte de la Patagonia sino de “Resto del País”. Así, mientras a un consumidor de Neuquén con una familia de hasta 5 miembros le subsidian 30 garrafas por año, a una familia pampeana solo le subsidian 18. Otra injusticia se plantea con la Resolución de Enargas 409/2008 que establece las categorizaciones de los usuarios de gas de acuerdo a las licenciatarias de las que dependan. En tal sentido, un usuario de La Pampa que consume entre 2.301 y 2.750 m3 al año paga $0,22 por m3 consumido. En cambio, un usuario de esa categoría de Carmen de Patagones paga el m3 consumido $0,11. La diferencia es evidente, hay criterios caprichosos y los pampeanos son quienes terminan pagando más”. 

“En una provincia petrolera hay algunas cuestiones que no cierran. Es cierto que la producción de petróleo de La Pampa aumenta de año en año y tiene buenas perspectivas, pero consecuencia de ello se produce una doble injusticia: se les niegan a los habitantes los beneficios de la Patagonia por una parte y por la otra, se llevan un recurso no renovable. Si bien es cierto que el Gobierno Provincial percibe regalías, los habitantes, en  una jurisdicción con grandes distancias y con un transporte público escaso y poco confiable, no ven verdaderos beneficios. En materia productiva los costos son mayores aun, toda vez que el gas oil destinado a la actividad agrícola no solo carece de subsidios sino que es de mayor costo por el flete, que termina situando el precio por encima de los que corresponden al surtidor. Tampoco escapa a esto la comercialización al público en general, ya que los precios en boca de estación son superiores a los de la Capital Federal, el conurbano bonaerense los de las mayores ciudades del país”.