La definición se dio sobre el final de la asamblea extraordinaria, cuando se impuso colocar a consideración dos mociones. Una de ellas propuso abrir un cuarto intermedio para estudiar mejor la cuestión de fondo, y la restante se inclinó lisa y llanamente por poner a consideración y votar por la venta de la sede.

Por mayoría, así, ganó la última opción lo cual abre un compás de espera hasta los próximos días donde, se cree, se definirá la manera de encarar la oferta donde se estima, no faltarán postulantes. Fuentes confiables adelantaron que si bien el temario impuesto presagiaba una tensa reunión, tal hipótesis se fue diluyendo durante las casi cinco horas de debate. No dejó de extrañar a los presentes la escasa participación de los asociados, especialmente si se tiene en cuenta lo sensible de la agenda a tratar. Lo que quedó en claro sobre el final resultó ser, a decir de la misma fuente, la intención de conformar un bloque monolítico en la toma de decisiones para tratar de recuperar mucho del camino perdido en los últimos años.

Previo, la comisión directiva puso a consideración de los presentes un amplio informe de la situación, además de explicar los pasos que se habían dado desde mediados del año pasado. Luego de escuchar a quienes han tenido la responsabilidad de conducir la institución en estos meses, se planteó la necesidad de generar recursos para afrontar las deudas. Los asociados al mismo tiempo hicieron preguntas tendientes a encontrar respuestas al mal momento que atraviesa la entidad de calle 13 entre Avenida y 16. El principal punto del orden del día tenía que ver con la propuesta de vender el inmueble social ubicado en la citada dirección que ocupa un terreno de 20 metros de frente por 50 de fondo. A partir del abordaje de este tema se comenzaron a suceder mociones que provocaron el intercambio de opiniones, las que en su totalidad estaban dirigidas a buscar la mejor de las salidas.

Todo lo que se pudo recabar hasta el cierre de la presente edición, se obtuvo mediante algunas fuentes confiables, ya que a los medios sólo se les permitió tomar imágenes en razón de que el encuentro era a puertas cerradas. La asamblea extraordinaria comenzó a las 20:00, con aproximadamente 25 socios, de un total de más de 200 que figuran en los registros de la entidad. El órgano de referencia estaba citado para las 19:00, al no contarse con el número requerido para dar paso a las deliberaciones, se esperó una hora, tal como lo establece el estatuto.

Final anunciado

La crisis que atraviesa Cicar fue reconocida públicamente durante los primeros días de marzo, cuando el secretario de la actual comisión directiva, Eduardo Ferreyra, confirmó que la auditoría realizada por la Dirección de Rentas de la provincia arrojó que la deuda constatada para con ese organismo ascendía a los 830.000 pesos. Las primeras reacciones dirigenciales tendieron a intentar tomar créditos para paliar el déficit, pero por los balances tan cortos que existen en la entidad no lo tornaron posible. “Nos reunimos con autoridades del Banco de La Pampa, encabezadas por su presidenta Laura Galuccio y la verdad es que no había soluciones para este problema. Así fue que analizamos otras variantes, por ejemplo vender una parte del terreno que tenemos en el centro y también, directamente, vender la sede”, reconoció Ferreyra.

Se supo que, conocida esa postura, se recibieron ofertas para adquirir el complejo, una de ellas con la intención de construir en el mismo lugar un edificio de varios pisos. “En lo inmediato lo que hicimos fue hacer ajustes para tratar de disminuir el déficit, se estaba gastando en muchas cosas que no eran necesarias. Nuestra intención era disminuir el déficit mensual de entre 20 y 30 mil pesos que nos habían informado cuando llegamos a la conducción”, señaló el contador en la entrevista con este medio. Paralelamente a aquella revelación se sucedieron despidos que afectaron entre otros a quien se desempeñaba como gerente, Osvaldo Sosa.

Sobre el resultado que arrojó la auditoría encargada por la comisión directiva de Cicar, el secretario de la entidad informó que “la deuda es de alrededor de 1.135.000 pesos, el monto mayor es el que corresponde a la Dirección de Rentas (oportunamente se habló de 830 mil pesos); luego está la cifra que se le adeuda a la Municipalidad, aproximadamente 125.000 pesos y el resto corresponde a otros prestadores de servicios. Ahora restar pagar y de a poco se lo irá haciendo”. Ferreyra había manifestado que la intención primaria fue la de gestionar un crédito ante el Banco de La Pampa para poder saldar rápidamente la deuda con Rentas, pero la entidad que representan no reunía los requisitos para tal fin.

Se hace preciso recordar que durante la entrevista que Ferreyra concediera a La Reforma el 7 de marzo último, se habló de los posibles motivos que llevaron a endeudarse a la histórica institución intermedia: “las recaudaciones había que depositarlas, lo que nos dijeron es que parte de ese dinero se utilizaba para pagar el déficit operativo. Nosotros hicimos las observaciones correspondientes, no sé si fallaron los controles, no nos pusimos a analizar eso, lo que nos preocupa es solucionar el grave problema y poner en marcha el sistema que creemos más conveniente”, dijo, terminante. www.diariolareforma.com.ar