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EL TIEMPO EN TRENEL

24 de diciembre de 2013

A 30 años de su asunción, Marín recordó sus vivencias

Benicio y Antonio corren por toda la casa. Desde el sillón del living, el abuelo escucha el tropel y las puertas y ventanas que se abren y se cierran. Es un día cálido y los nietos más pequeños casi descubren el viejo truco de Papa Noel.
-Abuelo ¿Para quién ese regalo que está en la cocina?, dice Antonio.
-Es para mí. No lo abran porque me lo trajo la abuela.
Después de abalanzarse sobre el viejo para darle un abrazo y un beso, los niños siguen como si nada, buscando aventuras en el patio.
"La verdad es que he disfrutado más de mis nietos, que de mis propios hijos. La política no me dejó mucho tiempo". Rubén Marín -chomba azul, shorts camel, chinelas de abuelo- sabe que el 2013 no fue un año fácil. Sin embargo puede pensar y hablar de eso con más esperanza que pena. Este año le tocó perder a un yerno, vio a su hijo derrotado en la primera interna del PJ y fue abucheado por la juventud de La Cámpora en el cierre de campaña de las elecciones legislativas. La realidad del partido tampoco es la mejor: hay más facciones y candidatos, que posibilidades ciertas de unidad para el 2015. Pero también este año se cumplieron 30, desde que asumió por primera vez la gobernación de la provincia y él sabe, a los 79 años, más que nadie, que el peronismo es la fuerza política más importante de la historia pampeana.

Democracia.
-¿Recuerda su primer día en la gobernación?
-Claro, el susto que tenía no me lo olvido más. Tenía 47 años y poca experiencia en los actos de gobierno. Si bien yo fui vicegobernador en el 73, no sabía donde estaban los timbres, porque los militares se encargaron de mandarnos temprano a cuarteles de invierno. Lo primero que plantee fue darle prioridad al interior de la provincia.
-¿Cómo fueron los primeros días de gobierno?
-Intensos. La primera medida que tomamos fue reincorporar a los prescindidos por razones políticas, terminar con los empleados públicos comisionados porque los militares los tenían en una situación laboral incierta, y crear una comisión para investigar las violaciones a los Derechos Humanos. Queríamos que el pampeano supiera que tenía obligaciones y derechos, y que los gobernantes los íbamos a respetar.

Alfonsín.
Era un día claro y radiante de octubre de 1987. El presidente venía en un charter con una importante comitiva que incluía hasta al doctor René Favaloro. La misión era poner la piedra fundamental de la futura sede de Vialidad Nacional, proyecto que nunca se concretó. La venida del mandatario había movilizado a radicales y peronistas. Cada uno con sus banderas se disputaban los lugares frente al palco.
-¿Vio doctor como lo aplaude la provincia de La Pampa?, le dijo Marín cuando el acto terminó.
-Si, me aplauden a mi pero lo votan a usted, le respondió Alfonsín amigablemente.
Más tarde, cuando se despidieron en el aeropuerto, se dieron la mano y el presidente le dijo: "Que lindo día tuvimos. Un día peronista".
-¿Cómo fue su relación con él?
-Era una persona sencilla, muy amena para tratar. Nosotros siempre íbamos para ver si conseguíamos algún peso. Y él nos mandaba con el secretario de Economía que era realmente un duro. Lo que pudimos conseguir fue un número de viviendas importantes. Como no necesitábamos plata para los sueldos, como lo hacían otras provincias, podíamos invertir en obra pública.
-¿Y como presidente?
-El defendió la democracia con un sentimiento muy profundo. En la campaña basó su discurso en el problema institucional. Nosotros, en La Pampa, tuvimos que apelar a buscar la pasión, el sentimiento de los tiempos de Perón. Mostrar el tiempo de bienestar que había tenido la sociedad argentina. En las elecciones se produjo un fenómeno al que yo llamo "la calidad cívica del pampeano". Porque votó a Alfonsín en el orden nacional, pero cortó boleta y nos acompañó en el contexto provincial. Eso no era habitual, algo inédito en el país.

Menem.
Cuando Menem se postuló para presidente en 1989, Marín jugó abiertamente para su contrincante Antonio Cafiero. Diez años después, cuando el riojano cayó en votos y popularidad -dice Marín- injustamente lo acusaron de ser el primer menemista. "Nadie quería hacerse cargo de que lo habían votado. Yo pienso que lo deben haber votado paraguayos y brasileros porque sino no se entiende -risas-. Yo nunca tuve relación personal con él. De entrada, cuando ganó, no me recibía ni en la puerta. Sus ministros me tenían como un adversario. Pero siempre lo respeté como Presidente".
Marín recuerda que luego de haber perdido la interna, había sectores de Cafiero que se negaban a apoyar a Menem en las elecciones generales. "Yo me opuse, él era el ganador legítimo. Pero había algunos alcahuetes y fundamentalistas que por su propio ego pretendían destrozar el partido".

Kirchner.
"Lo ví muy blanco, él decía que estaba bien, pero yo lo ví pálido como nunca. Su color no era normal". Siete días antes de que muriera Néstor Kirchner, Marín lo invitó a tomar un café en Buenos Aires.
-¿Cómo fue su relación con Néstor?
-Excelente, era un loco maravilloso, un valiente que hizo lo que tenía que hacer. Y todo un personaje. Cuando éramos gobernadores me pasaba a buscar en el avión y viajábamos juntos a Buenos Aires. Charlábamos mucho y tuvimos una buena relación que se acentuó por las discusiones. Cuando Menem era presidente, Néstor le hacía unos desplantes bárbaros y yo muchas veces fui nexo para mantener las relaciones. De esa forma conseguimos muchas cosas juntos.
-¿Qué cosas le reconoce como gobernante?
-Lo más importante es que tomó el poder político y que haya reivindicado la política. Que se haya enfrentado a los poderes económicos y mediáticos. También que haya acercado a los jóvenes a la participación.

Cristina.
"La falta de Néstor se le notó. Pero no sé qué apreciación tengo de ella. Con Kirchner teníamos una relación de amistad pero con ella no es lo mismo. Yo la veo muy sola, pero sé que es una persona capaz y de buen mensaje".
-¿Usted hoy apoya la gestión de Cristina?
-Yo soy peronista sin beneficio de inventario. Yo no la voy a dejar de apoyar. Tuvimos contacto por última vez en las elecciones para diputados del 2011. La noche en la que se cerraban las listas, ella dijo que la diputada iba a ser Luz Alonso. Yo le dije que acá no la conocía nadie, que ni siquiera vivía en La Pampa. La respuesta de ella fue rotunda: o la ponen a esa chica, o yo juego con Tierno. De frente mar. Y nosotros debimos acoplarnos al Partido Humanista. El peronismo, a veces, da para todo.

Diferencias.
-¿Cuál piensa que fue el mejor de sus gobiernos?
-Entre el 83 y el 87 lo importante fue consolidar la democracia y contener a los sectores más modestos a partir de una fuerte acción social. Pero creo que fue en tiempos de Menem cuando pudimos hacer más obras.
-¿Qué diferenció sus gestiones de las de Verna y Jorge?
-La gran infraestructura que desarrollamos en los 12 años seguidos de gestión. El acueducto, las obras de agua, energía y gas, las escuelas, las viviendas y los caminos. Obras indispensables para el desarrollo de la provincia. Yo creo que es necesario que el Gobierno Nacional nos compense por tener una provincia ordenada. Y también lo que debe hacer este gobernador es bregar por la convivencia y la unidad del partido.
-¿En qué ve que la gestión de Jorge anda bien y en que punto no?
-Hay que dejar las posiciones personales de lado. Para mí tiene que consolidar las relaciones entre el peronismo, ser más abarcativo. Y por otra parte hay tres cosas que deben terminarse: el hospital, el acueducto y el Megaestadio.
-¿Hay posibilidades de que una alianza con Verna de cara al 2015?
-No es bueno hacer especulaciones. Falta mucho para eso y lo importante, más allá de los sectores mayoritarios, es que todos podamos dirimir diferencias puertas adentro.

Fiestas.
Las cenas de navidad son a la canasta. Cada uno de los hijos -dice el viejo-lleva algo para compartir. Alguien de Trenel les regaló un lechón, que seguro, van a comer frío, porque caliente hace mal.
-¿Cuáles son sus deseos para las fiestas? ¿Por qué va a brindar?
-Primero mi familia, que todos tengan buena salud. Y después, el partido. Que el año que viene haya un peronismo unido. Solo eso.

Su mirada de la sedición
-¿Que opinión le merece la actitud de los policías amotinados y la actuación del Gobierno al respecto?
-Veo bien que la Justicia haya tomado cartas en el asunto para determinar responsabilidades, porque no se puede dejar indefensa a una sociedad. Es una irresponsabilidad total lo que hizo ese grupo de policías, pese a que el reclamo es legítimo. Ante la indefensión, la gente puede llegar a cometer hechos delictivos. Por suerte eso no sucedió y me parece que el comportamiento de la sociedad pampeana ha sido excelente.
En el país hubo 14 muertos pero parece que como murieron en el interior, muchos lo toman con indiferencia. A mi me duele mucho lo que sucedió, no quiero hacer apreciaciones sobre el momento en que debió actuar el ministro, pero realmente me parece notable que la Justicia haya actuado rápido. Sino el día de mañana se ponen de acuerdo 3 o 4 personas, dejan indefensa a una sociedad y el orden de valores se subvierte.

Funcionarios condenados
Este año fueron condenados algunos ex funcionarios marinistas en una causa por malversación de fondos conocida como los "Viajes Fantasmas". La opinión de Marín es tajante: "La Justicia actuó y punto. La conducta que tuvieron la pagaron como la ley lo estipula. Seguramente pagué costos políticos por eso. Pero cada uno tiene que asumir sus responsabilidades. Yo me dediqué a gobernar. Estuve 16 años en el gobierno y pasaron más de mil funcionarios. Si me preguntás si me duele, te digo que sí. A algunos lo quiero personalmente y les di todo". www.laarena.com.ar